Bueno la idea de esta entrevista era buscar a una persona que se había recibido hacía poco en una profesión que nosotros que queríamos seguir y esta fue la que yo elegí, psicología.
”Nunca pensé en abandonar porque nunca pensé en una segunda opción”
En esta entrevista vamos a conocer un poco la vida de Paula Victoria Murena, veinticinco años, egresada de la carrera de Psicología. Se recibió a fines del 2012, y nos va a contar cómo decidió su carrera, los cambios que tuvo que hacer y cuáles fueron sus mayores dificultades con respecto a la Universidad y en su trabajo actual.
¿En qué Universidad estudiaste?
Estudié en la universidad del Salvador, que queda en Avenida Callao y Córdoba, en Capital Federal.
¿Por qué elegiste esa Universidad?
Porque había empezado a estudiar en la UBA haciendo el CBC, me quedó Matemática para recursar, en ese momento era la única a la cual podía concurrir. Pero luego comencé a trabajar e investigando los programas de la carrera en las distintas universidades y la del Salvador fue la que más me gusto.
¿Cómo fue el curso de ingreso?
Bien, me había parecido fácil porque antes había cursado el CBC. Tenía materias parecidas a las que había cursado en el CBC de la UBA, y además tenía las materias de metodologías de estudio y Psicología, que eran las que más me gustaban.
¿Y por qué te gustaban más esas que otras?
Porque se me hacían más fáciles estudiarlas y eran fáciles de llevar porque eran las que me orientaban más en mi carrera. Las otras materias también me gustaban pero se me complicaban un poco a comparación de esas dos.
¿Cuándo y cómo te diste cuenta que querías seguir esa carrera?
Fue en el secundario (E.E.M Rodolfo Walsh) cuando me decidí más o menos entre primer y segundo año, la carrera siempre me gustó pero cuando en el colegio cursé las materias Sociología y Psicología, me terminé de convencer de que esa era la carrera que quería seguir.
¿Cuántos años estudiaste? ¿Seguís estudiando?
Me recibí del colegio en el 2006. Cursé un año en la UBA y del 2008 al 2012 cursé la carrera, así que más o menos fueron cuatro años. Luego de cursar la carrera hice un curso de orientación vocacional y ahora estoy haciendo una diplomatura en Cognición y Aprendizaje, son distintas materias, nueve más o menos en las que se ve el funcionamiento cognitivo, cómo se adquiere, cómo se forma, cómo se puede perder, lo bueno es que te enseñan a realizar test para diagnosticar y diversos ejercicios de rehabilitación y también se ve qué sucede en niños y adultos.
¿Pensaste alguna vez en abandonar?
La verdad que nunca pensé en abandonar porque nunca pensé en una segunda opción. Sí había materias difíciles pero cada una tenía su lado interesante, además la carrera siempre me gustó.
¿Estás trabajando actualmente?
Sí, estoy trabajando en un colegio primario con nenes de tercer grado.
¿Qué trabajo haces específicamente?
Ayudo a un nene de tercer grado que tiene problemas de atención y retraso madurativo a cursar las distintas materias de la primaria, a explicarle más detalladamente lo que ven en clase y a contenerlo en los momentos que sufre de nervios o ansiedad.
¿Cuál fue el problema más grande que tuviste que afrontar en tu trabajo actual?
Lo más difícil, que no sé si llamarlo difícil sino más bien raro, fue el primer día que empezaba a trabajar en el colegio. Estaba en la clase con los nenes y la maestra de grado (a veces no solo hablo con el alumno que me designaron si no también interactúo con los demás alumnos), estábamos a punto de salir al recreo cuando de repente un alumno de otra aula sale corriendo con su integradora tratando de pararlo porque quería pegar y quería entrar a nuestra aula de forma violenta.Me puse nerviosa, como era mi primer día no sabía cómo contenerlo, yo estaba adentro del aula. Resulta que al rato cuando pudieron contener al nene, me entero de que él me quería pegar a mí porque según él, por mi culpa no podía estar en su antigua aula, ya que en un aula no puede haber dos integradoras. Pero durante todo el recreo me perseguía y amenazaba con pegarme hasta que pude hablar con él y presentarme. En los días siguientes le expliqué cómo eran las cosas, al final resultó ser que es un nene cariñoso que solo tenía miedo y hablando y explicándole la situación pudo entenderme a mí y a su integradora y ahora hablamos todos los días en los recreos y no llevamos bien.
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